Ricardo Borja

Redacción Comciencia

🕑  05 de octubre de 2021     


“Somos fuertes. Aprovechemos el tiempo para disfrutar en familia”. 

Aquella era una frase alentadora; sin embargo, varios hogares tuvieron que enfrentarse a una difícil realidad.

La pandemia profundizó la desigualdad en Ecuador. Los hogares con niñas, niños y adolescentes (NNA) experimentaron afectaciones significativas en distintos ámbitos como: salud, educación y familia.

Según datos de la investigación “Desigualdades en tiempos de pandemia: la situación de los hogares con niñas, niños y adolescentes en Ecuador” –estudio realizado por el Laboratorio de estudios sobre la niñez y adolescencia de la Facultad de Economía (PUCE), con el apoyo de UNICEF–, los hogares con NNA en zonas urbanas presentaron la mayor cantidad de personas con síntomas o contagiadas de covid-19.

En relación a las pruebas para detectar el virus, el estudio demostró que, en los hogares con NNA se realizaron pruebas de covid-19 en menor cantidad. Asimismo, el porcentaje de pruebas aplicadas en sectores rurales y en grupos de nivel socioeconómico bajo fue inferior.

De hecho, respecto al rango de ingresos, la encuesta Ecovid-EC muestra que,  solo el 52.3% de hogares con ingresos igual o inferiores a USD 288 se aplicaron pruebas para covid-19. En familias cuyos ingresos fueron superiores a USD 1770, el porcentaje asciende a 90.7%. 

Y la educación en casa…

Dentro del contexto educativo, para las niñas, niños y adolescentes, quizás, el reto más grande durante la pandemia fue adaptarse a las clases virtuales. Uno de los datos llamativos dentro del estudio muestra que, el 86% de alumnos entre 5 y 17 años de nivel socioeconómico bajo accedieron a sus clases por medio del celular.

El promedio de horas de clase en las instituciones públicas es menor que en los establecimientos privados. Estudiantes de entre 12 y 17 años de colegios fiscales recibieron 2.8 horas; mientras que, en el mismo promedio de edad, alumnos de colegios privados tuvieron 4.5 horas de clase.

Lo mismo ocurre en un rango de edad menor (de 5 a 11 años). Mientras estudiantes con educación pública promediaron 1.75 horas; alumnos de instituciones privadas registraron 3.77 horas de clase.

Estos datos son llamativos y, a la vez, alarmantes; puesto que, según el Ministerio de Educación (2020), el 75% de estudiantes accede al sistema público.

En una burbuja…emocional

Si bien es cierto, problemas agravados en la pandemia como el desempleo o la inseguridad inquietan a los adultos; las niñas, niños y adolescentes también perciben estas preocupaciones en sus entornos familiares.

La encuesta Ecovid-EC (2021) indica que, solo el 25% de los NNA no experimentó tristeza, agresividad, nuevos miedos, problemas para dormir, pesadillas, dolor de cabeza o variantes en su apetito.

Por el contrario, la mayor cantidad de personas de 0 a 17 años experimentaron tristeza (37.1%). A este sentimiento, le siguen la agresividad con un 32% y miedos nuevos con 27.9%.

Para Aurora Brossault, especialista en Salud Emocional, en los adolescentes, estos sentimientos se pueden deber al poco contacto físico o a la prolongada convivencia familiar.