Pamela Vélez / Cesaq-PUCE
🕑 5 de marzo 2021
El impacto de los envases de alimentos no solo se produce cuando se los desecha, sino que también existe contaminación en su fabricación. La elaboración de estos envases utiliza recursos como agua, energías no renovables, químicos, madera, fibras, entre otros, los mismos que provocan emisiones al aire; contaminándolo con metales pesados, partículas y gases de efecto invernadero. Además estas industrias provocan la contaminación de recursos acuáticos por la descarga de aguas residuales que contienen sustancias tóxicas.
Si bien es cierto, el uso de envases en los alimentos ayuda a evitar contaminación cruzada y deterioro de los mismos; muchas de las veces los procedimientos de empaque de un alimento natural resultan ser exagerados e innecesarios. Por ejemplo, en el caso de una fruta, esta es colocada en una bandeja, la misma que se encuentra embalada con plástico y a su vez este alimento es colocado dentro de cartones los cuales van embalados con más plástico.
Cada envase cumple una función ya sea de embalaje, transporte o protección, sin embargo, el uso de los mismos provoca gran impacto ambiental y más aún cuando después de su uso no ha sido clasificado de la manera adecuada.
La organización Ocean Conservancy en su último reporte en el año 2020, acerca de la limpieza de playas realizado en el 2019, indica que la mayor cantidad de basura recolectada es de envoltorios de comidas (caramelos, papas fritas, entre otros), superando a las colillas de cigarros que por 34 años fueron los mayores desechos encontrados en las playas.
El impacto ambiental que provocan los envases de un solo uso no se centra únicamente en las botellas plásticas, sino que también tiene que ver con los papelitos o plásticos que contienen los alimentos. Estos envases al no ser reciclados o compostados terminan en los vertederos donde su descomposición emite gases de amoníaco y sulfuro de hidrógeno, y los que son incinerados pueden emitir contaminantes tóxicos como es el plomo, mercurio, cloruro de hidrógeno, dióxidos de azufre, óxidos nitrosos y partículas, las cuales se esparcen en el aire que respiramos. Además de la contaminación del aire, suelo y agua, los residuos de plásticos amenazan la vida marina y de las aves.
Como consumidores de estos alimentos podemos tomar varias decisiones que ayuden a evitar una mayor contaminación por más mínima que parezca. Al momento de comprar y consumir alimentos, se deben elegir responsablemente productos que no contengan envases que sean innecesarios, si bien el reciclaje ayuda a minimizar la cantidad que termina en los vertederos, existen alimentos que pueden limitar o prescindir del uso de embalajes.
También se debe tener presente lo siguiente al momento de comprar y consumir alimentos:
- Eliminar la necesidad de empaques.
- Usar bolsas de compras reutilizables.
- Usar tazas de café y botellas de agua reutilizables de preferencia de acero inoxidable.
- Evitar el uso de pajillas y en caso de usarlas asegurarse que sean de acero inoxidable.
- Evitar el uso de envases plásticos, siempre que sea posible.
- Consumir y comprar menos alimentos envasados.
- Preferir alimentos que se expendan de contenedores a granel, usando sus propios recipientes.
- Evitar la comida a domicilio que involucre envases de un solo uso.
De esta manera podemos aportar y disminuir la contaminación ambiental, recordemos que la decisión está en nuestras manos.